viernes, 30 de marzo de 2012

Jinetes de las Nubes - Dioses Cananeos

Por Zecharia Sitchin
(Extracto de su libro «Escalera al Cielo»).


Al frente del panteón cananita había una deidad suprema llamada EL; un término que en hebreo bíblico era genérico para «deidad», derivada de la palabra acadia Ilu, que literalmente significa «El Elevado o Noble». Pero en los relatos cananitas sobre los dioses y los hombres, EL era el nombre personal de una deidad concreta, que representabala autoridad máxima en todos los asuntos, divinos o humanos. Una estela encontrada en Palestina muestra a EL sentado en su trono mientras una deidad más joven le sirve una bebida, probablemente uno de sus numerosos hijos. EL usa un tocado cónico con cuernos, símbolo que caracteriza a los dioses en todo el antiguo Cercano Oriente; la escena está dominada por un globo alado omnipresente, el emblema del Planeta de los Dioses.

En tiempos pasados, EL era la principal deidad de los Cielos y de la Tierra. Pero cuando tuvieron lugar los sucesos relatados en las tablillas, EL vivía en un retiro relativo, apartado de los hechos cotidianos. Su residencia estaba «en las montañas», en «las dos fuentes de las aguas». «Allí se sentaba en su pabellón, recibiendo a sus emisarios, manteniendo consejos con los dioses y tratando de resolver periódicas disputas entre los dioses más jóvenes». Muchos de ellos eran sus propios hijos; algunos textos sugieren que EL pudo haber tenido 70. De ellos, 30 los tuvo con su consorte oficial Ashera; los otros, con varias de sus concubinas y también con algunas humanas. Un escrito poético cuenta cómo dos mujeres vieron a EL desnudo mientras paseaban por la playa; quedaron encantadas por el tamaño de su pene y terminaron cada una de ellas dándole un hijo.

Los descendientes principales de EL fueron tres hijos y una hija: los dioses Yam («Océano, Mar»), Ba'al («Señor») y Mot («El Golpeador, Aniquilador»), y la diosa Anat («Ella, la que responde»). Sus nombres y relaciones son fácilmente comparables con los dioses griegos Poseidón (Dios de los Mares), Zeus (Señor de los Dioses) y Hades (Dios del Mundo Más Bajo). Ba'al, como Zeus, estaba siempre armado con un misil relampagueante, y era el toro su símbolo de culto. Cuando Zeus combatió a Tifón, fue su hija Atenea, Diosa de la Guerra y el Amor, la única que le acompañó; y en los relatos egipcios, Isis fue la única que se quedó con su hermano-esposo Osiris. Lo mismo ocurrió cuando Ba'al combatió a sus dos hermanos; su hermana-amante Anat llegó en su ayuda. Como Atenea, ella era por una parte «La Doncella», a menudo ostentando su belleza desnuda; y por otra la Diosa de la Guerra, con el león como el símbolo de su bravura. El Antiguo Testamento la llama Ashtoret.

Los vínculos con la memoria y creencias prehistóricas egipcias no eran menos obvios que con los griegos. Osiris fue resucitado por Isis después de que ella encontrara sus restos en la ciudad cananita de Biblos. Del mismo modo, Ba'al fue devuelto a la vida por Anat después deque fuera golpeado por Mot. Seth, el adversario de Osiris, era a veces llamado en los escritos egipcios «Seth de Safón»; Ba'al adquirió el título de «Señor de Safón». Los monumentos egipcios del Nuevo Reino a menudo describían a los dioses cananitas como deidades egipcias, llamándolas Min, Reshef y Anthat. Encontramos así los mismos relatos refiriéndose a los mismos dioses, pero con nombres diferentes, en todo el mundo antiguo.

Los estudios señalan que todos estos relatos son ecos y no versiones verdaderas, de los muchos más antiguos y originales relatos sumerios. Los relatos están repletos de episodios, detalles, epítetos y enseñanzas que también conforman el Antiguo Testamento, confirmando un escenario común (Gran Canaán), y las tradiciones y versiones originales comunes.

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